Si la vida de una escuela se cuenta por la historia de sus conceptos, también lo es por la culminación de sus promociones. En el trigésimo aniversario, celebrado en este año, recogemos el montaje abordado por el Taller 13 de Interpretación, «Don JuAn A», dándole presente y recuerdo a la vez. Una transmisión de la enseñanza se ha producido a través de la creatividad de una generación escolar a otra. A modo de una herencia oculta, el joven alumno va recogiendo de todos los que antecedieron aquello que el maestro aprendió de ellos. Estamos hoy con la promoción del Taller 19. Sumergidos en el verso de Tirso de Molina y un mito: Don Juan. Advirtiendo en qué lugar de ellos el mito les compromete y de qué forma la técnica aprendida les ha permitido cruzar el rigor con su libertad. Esta es la enseñanza de la escuela. Así se presenta por vez primera ante el testigo que sancionará la herencia recibida. A él solicito una atenta escucha.
Pablo Corral Gómez
PERSONAJES: Don Juan JOSEP ROIG ROIG Catalinón LÚA ARENAS FERNÁNDEZ Fantasmas: Isabela, Don Pedro, Tenorio, Tisbea, AnnA Don Gonzalo ESTHER MOLINA GUZMÁN Fantasma Arminta LAURA MARCELO LLÁCER
Dramaturgia y Dirección: Profesor PABLO CORRAL GÓMEZ
Iluminación JOSEP VICENT ASENSI
Objetos escenográficos Taller 13 y Taller 19
Vestuario y Maquillaje Taller 13 y Taller 19
Música Max Steiner. Thomas Newman
Foto fija Juanjo Pérez
Cámara Samuel Rubio
Cabecera y créditos Juanjo Pérez
Agradecimientos a Lolita, Tere, Edu, Familia Molina, Miriam, Alicia y Taller 13
Representación Junio 19: Viernes 21 a las 21:00 Sábado 22 a las 20:00 Lunes 24 a las 12:00 Jueves 27 a las 20:00 Sábado 29 a las 20:00
«(…) Más allá de la técnica hay un espacio personal que ocupar. Que saber ocupar. El escenario no representa lo mismo para todo alumno que comienza. Saben qué se hace pero no para qué se hace. Es aquí donde la guía del maestro se hace necesaria, pues en la apertura del camino de ese para qué se hace en el escenario, el alumno se encontrará con sus trampas y sus engaños. Así, en la medida en que él sepa cuál es su lugar, ese otro que es el público ocupará el suyo. (…) Sólo así, poniendo a la luz de la inteligencia del alumno el sentido del hacer, el maestro ayudará a comprender la razón de ser de la verdad en el arte de la interpretación. La verdad entonces podrá ser jugada con la honestidad y humanidad que le son propias y el maestro se posicionará a través de la peagogía que transmite su técnica. (..)»